La repoblación en la Alta Edad Media, una vez consolidado el territorio reconquistado, genero un espacio común en que se mezclaron aragoneses, catalanes, mozárabes, musulmanes y algunos judíos, una mezcla de gran riqueza gracias a su diversidad, se aprovecharon las experiencias de cada uno de ellos en beneficio común.
La denominada Franja que hoy en día persiste, tiene una personalidad propia con tendencias idiomáticas afines a sus zonas de influencia y una gran diversidad dialectal, vocablos propios con influencias catalanas en la parte oriental y aragonesas en la occidental, un territorio con personalidad propia.